El pasado mes de febrero, Tucumán logró que el gobierno nacional de Javier Milei le otorgara un anticipo de $32.000 millones de pesos, dinero con el que el gobernador Osvaldo Jaldo pudo sostener una parte del plan de obras públicas de la provincia y así mantener las fuentes laborales.
El giro del dinero fue confirmado a través del decreto 270/3 del Ministerio de Economía y Producción, que lleva la firma del mandatario y el ministro de Economía Danial Abad. “Ante el contexto de crisis económico-financiera que atraviesa el país, resulta necesario que la Provincia gestione la provisión de fondos que permitan sostener niveles razonables de ejecución de obras públicas para el mantenimiento de la infraestructura de servicios básicos, y el impulso de actividades que promuevan el empleo y la actividad económica; a los fines de fortalecer los distintos sectores de la economía real, educación, justicia, salud, seguridad, y la consolidación de la situación fiscal y financiera, permitiendo regularizar desequilibrios temporales de tesorería”, explica el documento.
El convenio marco, firmado por el secretario de Hacienda Carlos Guberman, establece que la Provincia beneficiaria de este aporte, debe restituir el monto total dentro del mes de su otorgamiento. Es decir que el préstamo ya fue cancelado por la gestión provincial, a través de la cesión diaria de fondos de coparticipación federal.
Con la gestión realizada por Jaldo, Tucumán superó uno de los escollos que el mismo Gobierno nacional había colocado a las provincias: las restricciones que el Banco Central estableció para que los distritos subnacionales no pudieran acceder a anticipos o giro en descubiertos de bancos privados o agentes financieros.
El gobernador tucumano es uno de los pocos mandatarios que mantiene un diálogo fluido con Nación e intenta tender puentes en una coyuntura de mucha confrontación. "Siempre digo que las soluciones a los problemas se llegan a través del diálogo y si no lo hay, es imposible llegar a un acuerdo y que las provincias podamos directamente plantear nuestros problemas. Tucumán para nada cambió la actitud, desde el primer día hemos apostado al diálogo y lo seguimos haciendo", sostuvo la semana pasada.
Jaldo fue una figura central en el armado del Pacto de Mayo propuesto por Milei el pasado 1 de marzo y que nació el 20 de febrero en Salta. Ese día, el gobernador salteño, Gustavo Sáenz, recibió en Fincas Las Costas, la residencia oficial, al ministro del Interior, Guillermo Francos, y según informó Infobae, lo sucedido allí fue el punto de partida del preacuerdo entre la Casa Rosada y los gobernadores.
En ese encuentro, tanto los gobernadores como el Gobierno Nacional, pusieron sobre la mesa los intereses reales para buscar un punto de acuerdo. Los mandatarios del norte del país y Francos se sentaron a negociar para abrir el camino a un acuerdo que, en términos más pomposos, Milei denominó como “Pacto del 25 de Mayo”.
Allí incluyó, en 10 puntos, varios de los temas que estaban en la ley que fracasó y en el DNU que, en gran medida, está frenado por la Justicia. Equilibrio fiscal, rediscusión de la coparticipación federal, reforma tributaria, reducción del gasto público, reforma laboral, reforma política y reforma previsional, entre otros ejes.
Por esta razón, se entiende que minutos después de la convocatoria de Milei, el gobernador tucumano fue uno de los primeros en adherirse al llamado: “Como representantes de Tucumán, la tierra donde se declaró la Independencia, acompañaremos la convocatoria del Presidente para reunirnos en Córdoba. Es nuestra responsabilidad institucional buscar la unidad de los argentinos para construir un país mejor para todos”.
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