Para Cano los aplazos en la Escuela de Policía dan cuenta de un fracaso educativo

La reciente desaprobación masiva de 1386 aspirantes de 1400 para ingresar a la Escuela de Policía en Tucumán ha desatado una polémica que “no debería sorprender a nadie”, según el legislador José Cano de la Unión Cívica Radical.

Cano enfatizó que "este incidente no es aislado, sino un reflejo de la falta de oportunidades ligada no solo a la condición económica, sino también a la limitada proyección laboral de los egresados de las escuelas estatales". Según él, "los egresados de las escuelas estatales solo pueden aspirar a trabajos mal remunerados y/o precarios".

Este hecho, según Cano, se replica en el ámbito universitario, “donde cientos de jóvenes se quedan en el camino debido a una formación académica deficiente, haciendo que el acceso a la universidad pública sea inalcanzable para muchos”. Argumentó, además, que estas deficiencias educativas son evidentes desde 2013, cuando se implementaron las pruebas Aprender, “que han revelado un deterioro constante en los aprendizajes de los niveles primarios y secundarios.”

José Cano profundizó en la crítica situación educativa en Tucumán, donde el masivo aplazo de aspirantes a la policía “es solo la punta del iceberg”. Cano sostiene que este resultado es “el producto de años de abandono, con contenidos curriculares sin revisión, cargos sin cubrir, aulas sin docentes y escuelas en pésimas condiciones edilicias”.

Según el legislador, la falta de indicadores de calidad educativa revela que los estudiantes egresan sin poder alcanzar los objetivos generales, como la comprensión y redacción de texto o cálculos matemáticos básicos.

Cano respalda sus argumentos con datos concretos de las pruebas Aprender 2022, donde más del 60% de los chicos de escuelas públicas en nivel medio tienen mal desempeño en Matemáticas, y más del 50% tienen un desempeño básico en Lengua. Todo esto, según el referente radical, “es resultado de desatender a toda la comunidad educativa, desde la falta de revisión de contenidos hasta la inacción posterior a la pandemia, donde las autoridades educativas optaron por maquillar la gravedad de la situación académica antes que abordarla”.