El gobierno salió al cruce de los dichos del titular nacional del Movimiento de Unidad Popular (MUP), Federico Martelli, quien había respaldado las medidas de fuerza convocadas por el dirigente local de esa organización, Luis Romano, en contra de las cesantías en la administración pública de Tucumán. "No podemos aceptar que se despida a miles de trabajadores por su pertenencia política", había dicho Martelli.
El administración general del Ente de Infraestructura Comunitaria (EIC), Armando Cortalezzi, negó que se hayan dado de baja contratos "por discriminación", como sostiene el MUP.
"Los referentes de esa agrupación, tanto a nivel nacional como provincial, están viviendo en una burbuja; no quieren aceptar la situación económica del país", señaló el funcionario.
Cortalezzi advirtió que "el recorte presupuestario que llevó adelante el gobernador (Osvaldo) Jaldo es para acomodar las arcas de la Provincia, y para el bienestar de todos los tucumanos". "Todos los dirigentes debemos pensar principalmente en el bienestar de la sociedad, de los tucumanos; y no en nuestros beneficios propios, como lo están haciendo estos dos referentes", aseveró el ex legislador. Y arremetió: "en Tucumán, todos saben dónde van a parar los contratos que tenía Luis Romano del MUP a nivel provincial".
El funcionario insistió con expresarse "en total desacuerdo con que exista una persecución política". "El gobernador Jaldo hizo los recortes anticipándose a los que pedían a nivel nacional. Eso es un mérito y un logro muy importante, el pensar primero en la ciudadanía. Apoyo totalmente al gobernador. No se les debería dar tanta importancia a estos pseudo dirigentes que se llaman dirigentes y que sabemos todos de qué viven", reprochó Cortalezzi.
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