Renunció el Jefe de la Policía y Jaldo esperará para definir su reemplazante


La renuncia de Manuel Bernachi al cargo de jefe de Policía de Tucumán, aceptada de inmediato por el gobernador Osvaldo Jaldo, dejó en el cargo de manera interina al sub jefe de la fuerza, Rolando Gómez. Y todo indica que se mantendrá allí por unos días, los que se tomará el primer mandatario para definir al sucesor.

La nota de renuncia del jefe saliente no dice mucho. Bernachi aduce razones personales. Pero puertas adentro del área de seguridad era un secreto a voces la mala relación con el ministro Eugenio Agüero Gamboa, una relación que según trascendió, empeoró rapidamente en los últimos días.

El detonante de su salida habría sido la falta de respuesta a un pedido que hizo al Ministerio para que se recategorizara a los profesionales al servicio de la fuerza de seguridad, especialmente al personal médico. La solicitud, elevada por los canales formales, nunca fue atendida por la cúpula de seguridad.

Una fuente cercana reveló un dato que grafica claramente el mal momento que atravesaba la relación entre el ministro y su jefe de Policía. Según la versión, Bernachi debía pedir audiencia cada vez que quería entrevistarse con quien comanda una de las áreas más sensibles de la administración provincial.

Consultado respecto de la rápida aceptación de la renuncia, Jaldo dijo "somos muy respetuosos cuando es por razones personales", dejando en claro luego que pasarán varios días hasta que se defina el nombre del sucesor. Y aunque dijo que tiene 14 comisarios generales en condiciones de ejercer el cargo, el nombre que sonó más fuerte en las últimas horas es el de Julio Fernández, director de Trata de Personas.

La llegada de Bernachi al cargo que deja fue tan precipitada como su salida. Primero fue sub jefe, en reemplazo de Francisco Picón, quien quedó involucrado en la causa Paulina Lebbos, debido a un pedido de investigación bajo la sospecha de que pudiera ser uno de los muchos encubridores en la causa.

Días después, Picón fue seguido en el mismo derrotero y por la misma causa, por el entonces jefe de Policía, José Díaz, lo que sorpresivamente dejó a Bernachi al frente de la fuerza policial, cargo que deja con algunos logros en el haber, como el descenso en las estadísticas criminales y la reconstrucción de las relaciones con el Ministerio Público Fiscal.

Los casos de corrupción que precedieron por unos días su salida de la conducción de la fuerza de seguridad, empañaron otro dato significativo: durante el mandato de Bernachi, fueron sancionados o pasados a retiro más de un centenar de uniformados, responsables de acciones incompatibles con el uso del uniforme policial.
 

Publicar un comentario

0 Comentarios