Más de 30 trabajadores tucumanos de ANSES (Administración Nacional de Seguridad Social) fueron despedidos esta semana por decisión del gobierno nacional. Durante los últimos días, cuando quisieron ingresar al sistema para comenzar a atender al público, se dieron con la sorpresa de no poder ingresar al sistema. Una situación que, además, repercutió gravemente en la atención al público, que sufrió severas demoras por la falta de personal.
La medida llevó al cierre de dos sedes del organismo en el interior, de Famaillá y Bella Vista, que fueron completamente desguazadas por determinación del Ministerio de Capital Humano.
Entre los trabajadores desvinculados hay una embrazada, personal de planta e hijos de fallecidos durante la pandemia a quienes les correspondía el puesto según estatuto. Así lo denunció Juan Manuel Carabajal, delegado gremial de APOPS (Asociación del Personal de los Organismos de Previsión Social).
Los despedidos son tres empleados de planta permanente de la sede central capital (25 de Mayo y Córdoba), tres empleados de Concepción –una de ellas embarazada-, un empleado en Yerba Buena y el resto en Famaillá y Bellavista.
“El jueves y viernes empezaron a circular listados. En Famaillá y Bella Vista son todos los trabajadores. Se dieron cuenta porque no podían ingresar al sistema y ahora les están llegando los telegramas”, detalló Carabajal ante los micrófonos de Hola, Hola, Famaillá. “Son más de 30 despidos en Tucumán y a nivel país unos 1200, pero el número puede crecer”, lamentó.
El delegado gremial también salió al cruce de algunas declaraciones desafortunadas, que tildaban a empleados de “ñoquis”. En este sentido, señaló: “Acá no hay ñoquis, la mayoría son gente de línea y atención al público; es un despropósito, es injustificado, es totalmente cruel”.
La decisión tomó por sorpresa a las delegaciones gremiales de todo el país, ya que, según el propio Carabajal, el diálogo permanecía abierto y había un principio de compromiso para no recortar. “Había diálogo con la patronal, estaba la idea de mantener estas oficinas y, de un día para el otro, bajó un grupo de Capital Humano y agarró los legajos y, al parecer, el único criterio aplicado es los ingresos de los últimos cuatro años”, explicó y recriminó: “Esto es en contra de la gente”.
El cierre de las oficinas de ANSES en Famaillá y Bella Vista obligará a miles de tucumanos de estas localidades a tener que volver a viajar hasta la capital u otras sedes fuera de su territorio para poder recibir atención y asistencia social. Teniendo en cuenta la reciente suba en el costo de transporte público de pasajeros y los contantes incrementos en el valor de los combustibles, el perjuicio contra la gente de a pie es considerable.
Por último, el delegado de APOPS se mostró doblemente preocupado por la situación, ya que en Tucumán la gerencia del organismo se encuentra acéfala desde noviembre, luego del recambio de autoridades nacionales. “No tenemos autoridades de ANSES en la provincia, toda la línea de gerentes de Tucumán no existe desde noviembre; estamos funcionando gracias al conocimiento que tenemos todos los trabajadores”, indicó y finalizó con un llamado a la dirigencia política provincial: “Quiero hacer un llamado a la política para que tomen cartas en el asunto y nos apoyen, son más de 30 familias que han quedado sin sustento, pedimos que nos apoyen”.
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