En Tucumán serán siete las fórmulas que se postulan para gobernar la provincia durante los próximos cuatro años y solo una de ellas está encabezada por una mujer: Raquel Grassino, que representa a Política Obrera.
Al respecto, Grassino habló con diario El Tucumano sobre la campaña, sus proyectos y su visión de Tucumán y estas fueron sus principales declaraciones:
“Tengo una participación activa en cuanto a lo que hay y lo que uno quiere modificar, creo que uno puede optar por la queja permanente o buscar organizarse para transformar las realidad”, expresó.
"Hay mecanismos del sistema que llevan cada vez más a la individualización, creo que nunca la salida puede ser de uno por sí mismo. La historia de la humanidad da cuenta de que todo tiene que ser con otro, con un grupo".
“Política Obrera me ha honrado con esta candidatura, algo que se decidió de manera conjunta por congreso. Nosotros tenemos referentes de diferentes sectores”.
"Tucumán está dividida por dos sectores: el sector que vive de su trabajo y el sector que vive del trabajo ajeno. Tucumán está gobernado por empresarios, por eso cada vez que surge alguna queja de cualquier sector empresarial, inmediatamente se otorgan subsidios y el Gobierno se constituye en gestor, llevándolo a la Legislatura. Mientras que cuando los reclamos surgen desde los trabajadores la respuesta no es la misma".
"Hoy necesitamos un aumento de salarios que cubra la canasta de pobreza porque ya ha sido totalmente liquidado los acuerdos paritarios".
"Nuestra primera propuesta es convocar a una asamblea libre y soberana con la participación de toda la ciudadanía porque cada sector conoce cuáles son sus problemáticas y poder ir atendiéndolo. Proponemos un gobierno de los trabajadores porque nunca va a ser la salida una sola persona que pueda resolver todo".
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