Con críticas opositoras, la Legislatura aprueba el pase sanitario en la provincia


La Legislatura avaló el decreto del gobernador Osvaldo Jaldo que establece el "pase sanitario" para frenar la propagación del coronavirus en nuestra provincia. "De un total de 46 legisladores, 38 se expresaron por la afirmativa, y ocho por la negativa", comunicó el secretario de la Legislatura, Claudio Pérez, tras la votación.

El texto establece la obligatoriedad de presentar el certificado de vacunación –con los esquemas completos- para personas mayores de 13 años que quieran acceder a eventos y actividades de concurrencia masiva, como bares y restaurantes, fiestas, bares y boliches, reparticiones públicas y otros ámbitos donde existan riesgos de contagio de covid-19.

En principio, la disposición rige hasta el 31 de diciembre; sin embargo, podría ser extendida, en caso de que no se cumpla con el objetivo de que el 80% de la población de Tucumán haya sido inoculada con –al menos- ambas dosis.

El jefe de Fuerza Republicana, Ricardo Bussi, a quien se le abrió una causa judicial por la presunta propagación del coronavirus cuando se encontraba infectado, aseveró que todos los miembros de su bancada iban a rechazar el decreto.

“No somos militantes antivacuna; todos los integrantes de este bloque estamos vacunados, al igual que nuestros hijos, y creemos que es la medida acertada para combatir esta pandemia. Pero esta es una medida ilegal”, manifestó.

El vicepresidente de la comisión de Salud Pública, Daniel Deiana, fundamentó el dictamen favorable sobre el DNU. Y sostuvo que la medida apunta a “resguardar las actividades que hoy se vienen desarrollando” en Tucumán. “En estos siete días se han vacunado más de 120.000 personas, de las cuales el 45% correspondieron a la primera dosis”, sostuvo. Y remarcó el incremento con relación a las aplicaciones colocadas durante las semanas anteriores.

La opositora Nadima Pecci (Democracia Republicana) expresó que, si bien está a favor de la vacunación, estaba en contra del decreto de Jaldo. “Hay una inconstitucionalidad flagrante de esta exigencia, no sólo porque fue dictado vía DNU, cuando la Legislatura está en pleno período ordinario de sesiones, y no había obstáculos para que sea mediante proyecto de ley. El principal problema que tiene, no sólo esta (disposición), sino muchas de las medidas sanitarias aplicadas por el gobierno, es su irracionabilidad; no guardan coherencia y no se ajustan al principio de razonabilidad”, señaló. Y advirtió: “estamos transformando en obligatoria una vacuna que no es obligatoria”.

El jaldista Javier Morof sostuvo que el pase sanitario fue aplicado en Europa y en otros lugares, a los fines de contener nuevas olas de covid-19. “En los países del primer mundo no hemos escuchado a la oposición diciendo que el gobierno quería restringir derechos; lo que se priorizó es la vida de la gente. Se busca que la economía siga funcionando, que nos cuidemos todos. Tenemos que buscar soluciones, y no hacer oposición por la oposición misma”, reprochó.

El radical José Ricardo Ascárate, en tanto, cargó con fuerza contra quienes ponen en duda la importancia de la vacunación como herramienta para enfrentar la pandemia. “Creo que es la primera medida acertada dentro de un montón de desaciertos espantosos que tuvieron el Gobierno nacional y el provincial en materia sanitaria”, expresó el legislador de la UCR.

El legislador de Libres del Sur, Federico Masso, anticipó su apoyo sobre el DNU. “Del 2 al 8 de diciembre, en siete días, se vacunaron prácticamente un 90% más (de ciudadanos) que lo habían hecho en todo noviembre. Tenemos que ser serios. Al haber superado los 500 casos promedios, somos unas de las provincias que estamos en alerta amarilla por los contagios. Y la única manera solidaria que existe para prevenir es la vacunación”, añadió.

El radical Raúl Albarracín, del bloque alfarista PJS, consideró que el pase sanitario “está poniendo sobre el tapete nuevas ideologías: los provacunas y los antivacunas”. “Estas dialécticas profundizan grietas. Hasta se estigmatiza al que ha decidido no vacunarse. El DNU establece prohibiciones, y en ningún caso, excepciones”, afirmó. Y agregó: “Es llamativo que, en las vísperas del Día de la Recuperación de la Democracia, desde un poder público del Estado, como esta Legislatura, avancemos con exigencias, por las restricciones de libertades que hay, propias de una dictadura; en este caso, una dictadura sanitaria”.

Walter Berarducci, también integrante del PJS, expresó que tenía “posturas encontradas” con respecto al decreto. “Por ser un DNU, o lo podemos ratificar o lo tenemos que rechazar, y hay mucho para subsanar. Sería sano transformarlo en una ley, receptando todas las observaciones de los legisladores preopinantes”, indicó. En ese sentido, si bien dio su apoyo a la normativa, consideró que ese camino hubiera sido el correcto. “Para entrar a este recinto, no se pide a todos, ni todos los días. Lo ejemplar también sirve para garantizar la igualdad y la vigencia del estado de derecho. No podemos a través de una legislación dejar al ciudadano enfrentado con las autoridades del Estado. Apoyo el DNU, espero que los controles sean eficientes y efectivos”, dijo.

El jefe de la bancada oficialista, Roque Tobías Álvarez, argumentó que la vacunación propiciada por el pase sanitario permite la disminución en las internaciones y los decesos registrados producto de la pandemia de covid-19. Y advirtió que, con esta medida, se favorece además la continuidad de las actividades económicas en Tucumán. “Este DNU ha dado su fruto”, afirmó, al señalar que más de 100.000 tucumanos concurrieron a los nodos tras la puesta en vigencia de la normativa.  Y destacó que, de ese total, entre el 70% y el 80% eran jóvenes.
 

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