Piden Juicio Político contra un juez que fue filmado violentando a un motociclista


El Sindicato de Motociclistas y Mensajeros de Tucumán (ASIMM) presentó un pedido de Juicio Político contra el titular del Juzgado Civil en Familia y Sucesiones de IV nominación, Orlando Velio Stoyanoff Isas, luego de que el pasado viernes atacara a un motociclista tras un accidente de tránsito en avenida Aconquija y Rubén Darío de la ciudad de Yerba Buena.

A través de un comunicado, la ASIMM repudió “firmemente los hechos de violencia, daños y amenazas por parte del juez , del cual fue víctima el trabajador repartidos F.A., por lo tanto solicitamos Juicio Político contra el magistrado”, inidicaron sobre el trámite que iniciaron en Mesa de Entrada de la Legislatura. 

En ese sentido, señalaron que el juez  “haciendo galantería de su posición de privilegio, usándola para amedrentar y amenazar a viva voz públicamente a un trabajador que sale a ganar su sustento y el de su familia, en contraposición de este magistrado que percibe todos los meses suculento salario libre de toda imposición tributaria, es cómo mínimo repudiable y sin dudas causal para dar inicio al proceso de juicio político para analizar su accionar y si corresponde su destitución”.

Durante la mañana de este lunes, se conoció un texto escrito por el magistrado, donde pide disculpas al trabajador que atacó a patadas, a la comunidad judicial y en general por su accionar durante la tarde del viernes. “Corresponde ofrecer disculpas, las que extiendo sin condicionantes ni potenciales. En primer término las brindo, a manos llenas, al señor A. y su familia (a quienes no conozco), con quien penosamente vivimos los hechos referidos. Me disculpo igualmente con mi familia toda y las personas que me aprecian y conocen, pero muy especialmente con mis hijas e hijo, porque ellos se han visto innecesariamente afectados, ya que lo ocurrido no solo se difundió, sino que además ocurrió con una carga de hostilidad inusitada. Ofrezco también las excusas del caso a la comunidad judicial a la que pertenezco y me debo, como asimismo a la comunidad universitaria de la que soy un activo miembro. Finalmente me excuso con la comunidad en general, al ser un funcionario constitucional”, señaló Stoyanoff Isas.

Luego explicó lo sucedido esa tarde: “Solo para dar contexto adecuado a lo sucedido, me explico: no existió ningún choque (nadie embistió al otro); el suceso tuvo lugar en otra calle y tampoco hubo de mi parte amenazas. Cuando regresaba a mi domicilio el viernes y transitaba por avenida Aconquija, hacia el oeste, se cruza en mi camino una motocicleta que circulaba imprudentemente en igual sentido. Al carecer de espejos no podía ver que le pedía paso, por lo que debí tocar mi bocina para que advierta que pensaba sobrepasarlo. De haberme cedido el paso (como correspondía), todo hubiera concluido allí. Pero el conductor profirió una considerable cantidad de insultos y epítetos hacia mi persona, sin conceder el paso. Ello provocó mi reacción por lo que terminamos detenidos ambos (sin que medie colisión) en la intersección de avenida Aconquija y calle Venezuela, en donde se verificaron los hechos que tomaron estado público. Ambos nos agredimos y nos dijimos cosas. Lo que yo hice quedó registrado en el video que trascendió. Pero lo que motivó mi enardecida reacción es que el motociclista, previamente, rompió a patadas una óptica; con su puño, un espejo retrovisor, y finalmente la luneta trasera de mi vehículo. Por ello (como puede verse en la filmación) levanté su moto (que ya estaba en el suelo) y la arrojé al piso”, detalló.

“Lo dicho solo explica lo ocurrido, pero de ninguna manera lo justifica, ni pretendo hacerlo -añadió-. Nada justifica la violencia, y parte de mi trabajo está íntimamente vinculada con esa triste faz del ser humano. Si no reconociera mi error, no solo me desacredito como magistrado, sino que también empaño la dedicada labor de todas las personas con quienes trabajo diariamente, y dan todo su esfuerzo”, agregó.

Por último indicó que “como comunidad nos hemos acostumbrado a vivir mal, al margen de elementales reglas de respeto y convivencia. A diario vemos situaciones similares: choferes sin casco; tres o más ocupantes; falta de luces; ausencia de identificación. Ponen en riesgo sus propias vidas y la integridad de terceros; su conducta temeraria repercute necesariamente en una afectación al sistema de salud pública, al de seguridad, y al servicio de justicia. Dejan a familiares deudos, y si no llegan a fallecer, hipotecan la vida de sus seres queridos, cuando deben ser asistidos de por vida a causa de las lesiones irreversibles que padecen. Y mientras tanto, la comunidad en general y las autoridades competentes miran a un costado”, cerró. (El Tucumano)




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