No hubo acuerdo por las bajas en la Legislatura y se tensa la interna entre Manzur y Jaldo


La interna peronista en la provincia entre el gobernador Juan Manzur y su vicegobernador Osvaldo Jaldo sumó un nuevo capítulo de tensión luego de una complicada reunión entre el titular de la Legislatura y el referente del bloque manzurista en la cámara. 

Las expectativas estaban centradas en la reunión que mantuvieron en la Jaldo y el presidente del bloque Lealtad Peronista, Sergio Mansilla. Luego de un primer encuentro en buenos términos, el cual fue de algún modo la semilla del gesto de unidad que se vio en el Congreso del PJ, el nuevo diálogo se mostraba como bisagra para comenzar un acercamiento real. Pero esa puerta que había quedado entreabierta se volvió a trabar. Afirman que luego de más de una hora de reunión ambos salieron con gestos adustos: no hubo acuerdo. “Parece que cuando uno cantaba truco, el otro le cantaba retruco”, graficó un parlamentario cercano al tranqueño, según expresa el diario La Gaceta.

De los profundos daños que dejó la tempestad que se desató a partir de las disidencias por la cabeza de la Defensoría del Pueblo, hay dos temas que provocan mayores urgencias: que se den de alta de más de 1.100 contratos de los legisladores de la bancada que responde a la Casa de Gobierno y la restitución del código de descuento para las mutuales, algo que afecta de lleno al legislador jaldista Daniel Deiana (titular de la Mutualidad Provincial). Según trascendió, estas fueron las principales condiciones que se bajaron sobre la mesa sin que hubiera un acuerdo. “No hubo reciprocidad”, comentó una fuente legislativa.

“Nosotros pedíamos todo o nada”, confió un parlamentario del bloque manzurista. “(Jaldo) quiere devolver una parte de los contratos, no todo”, dijo un dirigente con llegada fluida a San Martín y 25 de Mayo. Del bando legislativo, en tanto, se había adelantado que la oferta iba a estar atada a condicionamientos para continuar dialogando e ir acomodando las piezas que quedaron desparramadas de ambos sectores.

Como consecuencia del desencuentro, los 14 miembros de Lealtad Peronista se reunirán con Manzur para trazar la estrategia que llevará adelante el bloque luego de este revés. A su vez, algunos parlamentarios cuestionaron que haya versiones de una pronta sesión sin que se resuelva la situación de más de 1.100 personas. En los pasillos de la Cámara ya se escuchaban rumores de que no estaría lejana la posibilidad de una protesta en el edificio vidriado de Muñecas 950.

Del otro lado de la grieta oficialista, en tanto, los legisladores afines al vicegobernador reprochaban que los manzuristas exijan cosas sin ofrecer algo de la misma talla a cambio. “Quieren que les resuelvan los problemas suyos, pero no quieren resolver los nuestros. O arreglamos los de todos o no arreglamos nada”, fue tajante un miembro de la mesa chica del vice. A su vez, consideró que la actitud que muestre el bloque de Lealtad Peronista en la próxima sesión puede marcar un punto de no retorno.

Ruidos e interferencias

En medio de ataques cruzados en las redes sociales y de afiches anónimos en las calles, el miércoles hubo dos situaciones que ofuscaron al bando opuesto. Por un lado, que Deiana haya dicho en “Los Primeros” que hay “legisladores que están investigando al Estado por cuestiones de narcotráfico y manejo institucional”. Las declaraciones cayeron pesadamente en la Casa de Gobierno, especialmente horas antes del encuentro entre Mansilla y Jaldo. Del mismo modo, en la Legislatura se tomó muy mal lo que sucedió ese mismo día en la Casa de Gobierno. Los intendentes jaldistas Darío Monteros (Banda del Río Salí) y Aldo Salomón (Alderetes) fueron ubicados en el final de una extensa mesa durante el acto en el que el administrador del Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento (Enohsa), Enrique Cresto, hizo entrega formal del contrato de obra para la construcción de redes y colectoras cloacales en ambas ciudades por unos $1.800 millones. “Eso no es querer arreglar las cosas”, dijo un parlamentario.

¿Bajada de línea de la Rosada?

Dirigentes peronistas que pregonan unidad, a su vez, hacen otras lecturas sobre la situación. Insisten con que el enfrentamiento se profundiza porque quienes están al lado de Manzur y de Jaldo se benefician y se fortalecen con la grieta, y ponen como ejemplo los cargos que lograron en estos tiempos de enfrentamiento por estar muy cerca de uno o de otro. En ese sentido, remarcaron que urge que se arreglen el gobernador y el vice. “Lo único que hacemos es mejorar la oposición. Si no hay acuerdo los perdedores tendrán nombre y apellido”, advierte un referente del interior. De todos modos, los ven en puntos extremos a ambos. “Así como van las cosas, lo único que nos queda es una bajada de línea de Buenos Aires”, dijo un dirigente del este. (La Gaceta)

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